Historia del palacio

Tradición e innovación

El Palacio

El Palacio de La Oliva representa y se constituye como el Km 0 de Vigo, tanto a nivel geográfico (está en el Casco Vello, a 50 m de la Alameda, de la Concatedral, del Náutico, etc.), como a nivel histórico, ya que su origen se remonta a las primeras construcciones de los caballeros templarios en la ciudad de Vigo.

Los templarios y su vinculación con la ciudad

La historia del Palacio

Siglo XII

Primeras construcciones realizadas por los caballeros templarios sobre la ladera adyacente a la Ría de Vigo, en la que hoy se sitúa también en pendiente la calle Laxe. La primera ermita templaria data del año 1156, así como también una abadía de la Orden de los Caballeros Templarios edificada en lo alto y un huerto lleno de olivos, naranjos y limoneros.

 

Siglo XIII  

Se construyeron una torre y un muro defensivo, además de casas auxiliares en el entorno del emplazamiento del antiguo huerto.

 

Siglo XIV

La ermita se queda pequeña. Fue entonces cuando se levantó la primera colegiata visigótica en los terrenos cercanos (y que luego daría lugar a la Concatedral que hoy en día está a 40 m de distancia del palacio). Se mantienen las casas y el huerto en poder del arzobispado de Santiago tras la caída de la Orden del Temple.

 

Siglos XV y XVI

Edificación de la casa original del número 3 de la calle Oliva, junto a la Colegiata, como residencia de los Sarmiento Valladares. Justo enfrente de donde hoy en día se alza el Palacio, y conocido como el edificio Cambón. Actualmente, allí se ubica el Centro de Interpretación del Parque Nacional de las Illas Atlánticas.

 

 

Siglos XVII y XVIII

El Palacio, con todas sus partes, va tomando forma como tal. La familia Sarmiento Valladares adquiere las casas adyacentes y el huerto a la Universidad de Santiago en el año 1691, y se construye el pasadizo que anexa los números 2 y 3 de la calle Oliva. La ermita templaria queda oculta bajo las escaleras de acceso a las diferentes estancias.

 

Siglo XIX

En el año 1853, el VIII Marqués de Valladares, Don Francisco Javier Martínez de Arce y Enríquez (1808-1887), VI vizconde de Meira y senador del reino, ordenó construir una Casa-Palacio en el Casco Vello de la ciudad de Vigo. En los últimos años de este siglo se derriba el pasadizo que unía ambas construcciones (Oliva 2 y 3) y se anexionan al palacio las dos casas existentes en aquel entonces en la calle Juanelo.

 

Siglo XX

Tras numerosas intervenciones, reformas y ampliaciones, en la última de ellas, datada en 1910, se añaden balcones en el segundo piso. En una tercera planta que se adiciona a la edificación, se añaden galerías de madera en el frente marítimo. Y se abren también huecos para escaparates comerciales en la planta baja de la fachada principal en la calle Oliva.

 

Siglo XXI

La empresa GBS, del grupo Interatlantic, adquiere la propiedad en el año 2014 y procede con el inicio de la rehabilitación en el año 2016. La reforma termina en el año 2022.

El Palacio Urbano

La rehabilitación

El desafío por recuperar el Palacio y devolverle su elegancia se llevó a cabo desde 2014 hasta 2022, siendo una de las obras más importantes del centro de la ciudad, respetando y manteniendo en todo momento los materiales originales, su valor histórico y conservando la esencia original del edificio.

2014

Adquisición

La empresa GBS, perteneciente al grupo Interatlantic, adquirió la propiedad en 2014. Comienzan los trámites administrativos de cara al proceso de deconstrucción y posterior rehabilitación.

2016

Deconstrucción

Se inicia la primera fase, la de deconstrucción y vaciado del edificio. El proceso presenta dos desafíos importantes: la excavación en roca y la preservación de sus muros de piedra.

2019

Rehabilitación

Se inicia la segunda fase del proyecto, la de rehabilitación, en la que se mantienen la estructura original y los muros de piedra del Palacio. En esta fase se puso especial énfasis en respetar su identidad.

2022

Inauguración

Tras más de seis años de obras, se concluye el proyecto de rehabilitación. Se inaugura un espacio que ansía convertirse en un punto de encuentro en la ciudad de Vigo.

El Olivo

Símbolo de Vigo y también del Palacio

La calle donde se sitúa la fachada principal del Palacio —la calle Oliva, en el costado norte de la Concatedral de Vigo— debe su nombre al olivo que trajeron los caballeros templarios en el siglo XII a la ciudad desde Tierra Santa (actual Palestina), y que plantaron en los terrenos donde hoy se erige el Palacio de La Oliva.

 

Este olivo se trasladó y se plantó en el centro del atrio de la Concatedral de Santa María (la Colegiata) y que más adelante llegaría a convertirse por su gran porte y longevidad en un símbolo de la ciudad.

 

En 1809, la explosión de un polvorín cercano a la Concatedral causó graves daños al templo que hicieron necesaria su reconstrucción. También supuso la desaparición del árbol. No obstante, D. Manuel Ángel Pereyra, administrador de la Aduana de Vigo en aquel entonces, recuperó una rama y la plantó en el huerto de su vivienda en la actual Puerta del Sol.

 

Esta casa también acabaría por desaparecer, pero el árbol fue trasplantado al Paseo de Afonso XII, donde todavía perdura hasta el día de hoy.

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CIUDAD OLÍVICA

Hoy en día, Vigo se conoce como «ciudad olívica» debido a ese monumental olivo que los caballeros templarios plantaron en los terrenos del Palacio junto a la ermita, y que después se trasladó al atrio de la Colegiata. Este árbol figura también en el escudo de la ciudad.